No se si alguien leera ya esto, pero tenía que escribir este post, al menos de despedida. La última semana fue una locura, estuve haciendo mogollón de cosas allí y apenas tuve tiempo de escribir en el blog. Por eso pido perdón a los miles de lectores que me han expresado su disgusto por haber abandonado el diario de una manera tan brusca.

Isabel, la canadiense, se marchó el lunes y la echamos mucho de menos. Era como una hermana para Emilia y yo me llevaba muy bien con ella. Hablabamos mucho y creo que con ella fue con la que más inglés aprendí, porque era la que más me ayudaba y corregía. Cuando se fue el apartamento fue un poco rollo, porque ni Emilia ni yo pasabamos por ahí demasiado tiempo.